Aún el Congreso no resuelve si los independientes que postulen a la Convención Constitucional -que tienen numerosas desventajas frente a los candidatos presentados por los partidos políticos- verán facilitadas sus opciones por la rebaja del requisito de firmas y la posibilidad de hacer pactos entre ellos y/o con partidos políticos.
Sin embargo, la pregunta que no ha aparecido en la discusión es ¿Quién es un independiente?
Para la ley 18.700 (sobre votaciones populares y escrutinios), es independiente quien no haya tenido militancia política durante los 9 meses anteriores a una elección. En este caso, un militante que haya renunciado a su partido el 11 de agosto de 2020 estaría habilitado para presentarse a la elección de convencionales el 11 de abril de 2021.
Sin embargo, la ley 21.221, que aplazó el plebscito y dictó las reglas para la elección de esa Convención Constitucional, extendió el plazo de moratoria a 17 meses. En su norma 36ª, dispone que para postular a la Convención Constitucional se debe haber renunciado a la militancia política el 26 de octubre de 2019.
Esta medida deja fuera de carrera a muchos militantes que renunciaron a sus partidos entre octubre y noviembre de 2019, precisamente en apoyo a las demandas del estallido y por discrepancias con la conducta de sus colectividades.
Tal disposición, incorporada por el gobierno, señala que, sin perjuicio de lo dispuesto en la ley N° 18.700: “Los candidatos independientes a convencional constituyente, vayan o no en lista de independientes o asociados a un partido político (…) no podrán haber estado afiliados a un parido político dentro del lapso comprendido entre el 26 de octubre de 2019 hasta el vencimiento del plazo para declarar candidaturas”. Es decir, casi se duplicó el tiempo exigido para la desafiliación, pasando de 9 a 17 meses. La historia de la ley indica que ningún parlamentario hizo cuestión de cláusula.
Cuánto nos habríamos ahorrado si los partidos políticos no hubiesen dejado de escuchar a las bases y sus representantes cumplieran el rol de voceros de la opinión de sus militantes.
Hasta en Dictadura la opinión del militante era más tomada en cuenta, incluso en clandestinidad
Me gustaLe gusta a 2 personas
Chile es la tierra de los resquicios,se usan a favor o en contra, volviendonos una sociedad paranoica . Eso ocurre por tener una sarta de megaempresarios y un multimillonario al mando en vez de líderes. Lo peor es que el tramposo siempre va un paso adelante.
Haran lo impensado para impedir el recambio en su holding gubernamental. Falta mucho por ver aún.
Me gustaLe gusta a 1 persona