Para cuando los ojos destrozados y los heridos y caídos eran pan de cada día, Rodrigo muchas veces arrebató a compañer@s de las propias manos de la fuerza policial. Él sabía que si caían presos, no volverían en mucho tiempo a sus casas, ni a ver a sus familias. Siempre lo dijo: “Yo estoy para salvar a nuestra primera línea y dejarla combativa nuevamente. Nací en la lucha y me debo a cada combatiente que ahí esté”.